Recuerdo con entusiasmo la clase de arquitectura que tuve el privilegio de tomar. Fue una experiencia enriquecedora que despertó mi pasión por el arte y me sumergió en un mundo de creatividad y conocimiento.Desde el primer día, el profesor, con su amplio bagaje y entusiasmo contagioso, nos guiaba a través de los fundamentos de la arquitectura con teoría. Cada sesión era una invitación a explorar diferentes corrientes arquitectónicas, desde los clásicos hasta los más vanguardistas, y a comprender cómo la arquitectura refleja la sociedad y la cultura en la que se desarrolla.El contenido de la clase era variado y estimulante. Aprendimos sobre la importancia de la geometría en el diseño arquitectónico, exploramos las proporciones y las escalas, y descubrimos cómo la luz y el espacio pueden transformar un ambiente. Nos adentramos en la historia de la arquitectura, desde los templos antiguos hasta los rascacielos modernos, y examinamos los estilos y las influencias que dieron forma a cada pe...